66. SURA DE LA PROHIBICIÓN
66. SURA DE LA PROHIBICIÓN
Medinense. Tiene 12 aleyas y descendió después de la sura de “Los Aposentos Privados”.
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.
1. ¡Profeta! ¿Por qué te prohíbes lo que Allah ha hecho lícito para ti, buscando el agrado de tus esposas, cuando Allah es Perdonador y Compasivo?[827]
2. Allah os ha prescrito cómo debéis compensar los juramentos. Allah es vuestro Dueño y Él es el Conocedor, el Sabio.
3. Y cuando el Profeta confió un secreto a una de su esposas y ella lo contó[828]. Allah hizo que se enterara de ello y él después refirió una parte y omitió otra. Cuando se lo hizo saber a ella, ésta dijo: ¿Quién te lo ha dado a conocer? Dijo: Me lo ha dado a conocer el Omnisciente, Aquel al que nada se le oculta.
4. Si ambas[829] os volvéis a Allah en arrepentimiento, ya que vuestros corazones se habían torcido... Pero si os confabuláis contra él... Allah es su defensor, y Ŷibril y los creyentes justos. Y además de ello lo asisten los ángeles.
5. Puede que si las divorciara, su Señor le diera a cambio esposas mejores que ellas. Musulmanas, creyentes, obedientes, de fácil arrepentimiento, adoradoras fervientes y ayunantes, ya hubieran estado casadas antes o fueran vírgenes.
6. ¡Vosotros que creéis! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un Fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras. Sobre él habrá ángeles duros y violentos que no desobedecerán a Allah en lo que les ordene, sino que harán lo que se les ordene.
7. ¡Vosotros que os negáis a creer! No os excuséis hoy, no se os pagará sino por lo que hicísteis.
8. ¡Vosotros que creéis! Volveos a Allah sinceramente para que vuestro Señor cubra vuestras maldades y os haga entrar en jardines por cuyo suelo corren los ríos. El día en que Allah no humillará ni al Profeta ni a los que hayan creído con él. Su propia luz correrá delante de ellos y a su derecha. Dirán: ¡Señor nuestro! Colma nuestra luz y perdónanos, realmente Tú tienes poder sobre todas las cosas.
9. ¡Profeta! Lucha contra los que se niegan a creer y contra los hipócritas y sé duro con ellos. Su refugio es Ŷahannam. ¡Qué mal lugar de destino!
10. Allah les pone un ejemplo a los que se niegan a creer: La mujer de Nuḥ y la mujer de Luṭ, ambas estuvieron bajo dos de nuestros siervos justos y ambas los traicionaron. Pero no les sirvió de nada ante Allah y se dijo: Entrad en el Fuego en compañía de los que han de entrar.
11. Y Allah les pone un ejemplo a los que creen: La mujer de Fir’aún cuando dijo: ¡Señor mío! Haz para mí una casa, junto a Ti, en el Jardín, y sálvame de Fir’aún y de sus actos; y sálvame de la gente injusta.
12. Y Mariam, la hija de ‘Imrán, la que guardó su vientre, e insuflamos en él parte de Nuestro espíritu. Y la que creyó en la verdad de las palabras de su Señor y en Su Libro y fue de las obedientes.
[827] Entre las transmisiones que refieren la causa del descenso de esta aleya destacan dos: La primera, recogida por el Bujari, es que el Mensajero de Allah, que Él le dé Su gracia y paz, solía ir donde su esposa Ẓainab para beber miel; entonces ‘Aisha, Ḥafṣa y Sa’ida bint Ẓam’a, acordaron que la que se acercara a él, dijera: ¿Has tomado Maghafir?, una resina dulce pero de muy mal olor. Así lo hicieron y él dijo: No, he bebido miel. Le dijeron: ¿No has bebido tal resina? Y dijo: Nunca la bebo; y a él le disgustaba que le hallaran mal olor. Cuando volvió a entrar donde Ẓainab y ésta le ofreció miel, él la rechazó diciendo: No tengo necesidad de ella. La segunda es que el Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz, fue un día al aposento de Ḥafṣa y encontró que se había marchado a visitar a su padre, ‘Umar Ibn al-Jaṭṭab. Entonces llamó a su esclava Maria. Y cuando Ḥafṣa regresó, dijo: ¡Mensajero de Allah! ¿Es que no hay entre tus mujeres ninguna a la que desprecies más que a mí? cómo has podido estar con ella en mi aposento? Y el Profeta, tratando de complacerla, le dijo: ¿Te quedarías satisfecha si la hiciera ilícita para mí (refiriéndose a Maria)? Y contestó: Sí. Entonces el Profeta la declaró ilícita para sí y le pidió a Ḥafṣa que no lo contara a nadie. Al quedarse Ḥafṣa sola, llamó a ‘Aisha, cuyos aposentos eran contiguos a los suyos, y le contó el secreto. Cuando el Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz, lo supo, se enfadó y prometió no visitar a sus esposas durante un mes, y entonces descendió la aleya. Esta última versión es la que se estudia cuando se consideran los efectos legales de la sura.
[828] Sobre el contenido de este secreto hay tres opiniones. Una lo refiere a la prohibición de la esclava, según lo cual el Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz, le habría pedido a Ḥafṣa que no contara su decisión al respecto. Otra lo refiere a que dijo que Abu Bakr y ‘Umar le seguirían en el mando tras su muerte. Y la tercera lo refiere al episodio de la miel. Lo primero parece más obvio, según Ibn Ŷuẓai, y en cualquier caso, la esposa a la que le refirió el secreto fue Ḥafṣa.
[829] Se refiere a Ḥafṣa que le contó el secreto a ‘Aisha, que Allah esté complacido con ambas.