80. SURA FRUNCIÓ EL CEÑO[888]

80. SURA FRUNCIÓ EL CEÑO[888]

Mequí. Tiene 42 aleyas y descendió después de la sura del “Astro”.

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

1. Frunció el ceño y se apartó

2. porque vino a él el ciego.

3. ¿Pero quién sabe?, tal vez se purifique,

4. o recuerde y le beneficie el Recuerdo.

5. Al que es rico,

6. le dedicas atención;

7. cuando no es responsabilidad tuya que se purifique.

8. Mientras quien viene a ti con afán

9. y es temeroso (de su Señor),

10. te despreocupas de él.

11. ¡Pero no! Es un Recuerdo[889].

12. Así pues quien quiera que recuerde.

13. Contenido en páginas ennoblecidas,

14. elevadas, purificadas,

15. por manos de escribas mediadores

16. nobles y virtuosos.

17. ¡Que muera el hombre! ¡Qué ingrato es!

18. ¿De qué cosa lo creó?

19. De una gota de esperma lo creó y lo determinó,

20. luego le propició el camino

21. y luego le hace morir y entrar en la tumba.

22. Y después, cuando quiera, lo devolverá a la vida.

23. ¡Pero no! No ha cumplido lo que Él le ordenó.

24. Que se fije el hombre en lo que come:

25. Es cierto que hacemos que caiga agua en forma de precipitaciones,

26. y seguidamente hendimos la tierra en surcos,

27. y hacemos que en ella broten granos,

28. viñedos y hierbas comestibles,

29. olivos y palmeras,

30. frondosos vergeles,

31. fruta y pastos.

32. Como disfrute para vosotros y vuestros rebaños.

33. Y cuando el Grito ensordecedor llegue,

34. el día en que el hombre huya de su hermano,

35. de su madre y de su padre,

36. de su compañera y de sus hijos.

37. Ese día, cada uno tendrá una preocupación.

38. Ese día habrá rostros resplandecientes

39. que reirán gozosos.

40. Y ese día habrá rostros polvorientos,

41. cubiertos de negrura.

42. Ésos eran los encubridores, farsantes.

[888] La causa del descenso de las primeras aleyas de esta sura es que en una ocasión, estando el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, con un grupo de influyentes de los Quraish, en los que tenía un gran interés por atraerlos al Islam para que pudieran arrastrar a otros con su posición e influencia, vino a él un ciego llamado Abdullah Ibn Maktum que sin advertir que el Profeta estaba ocupado, lo interrumpió para decirle: “¡Oh Mensajero de Allah! Enséñame algo de lo que Allah te ha enseñado”. Entonces al Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz, le disgustó su interrupción y frunció el ceño apartándose de él. Y a raíz de esto descendieron las primeras aleyas de esta sura. Desde aquel momento, cada vez que se encontraba con él, le decía: “Sea bienvenido aquel por quien Mi Señor me reprendió”. Y en Medina, en dos ocasiones, lo dejó de lugarteniente suyo durante su ausencia.

[889] El Corán.

80