El Islam es la Religión de la Misericordia

“No fui enviado como maldecidor, fui enviado como misericordia”1
(Muhammad (s.a.s.))
Dios, el "Clemente" y el "Más Misericordioso", preserva, protege y otorga bendiciones al mundo entero con Su infinita compasión. Dice “Mi Misericordia prevalece sobre mi Ira”.2 y en consecuencia, perdona a las personas. Quiere que la gente se comporte misericordiosa y justamente.
El Profeta (s.a.s), el ser humano más perfecto, es el mensajero de la misericordia. Es un profeta de clemencia y compasión. Gracias a que no era grosero ni de corazón duro, sus compañeros se reunieron a su lado y su sociedad, ignorante e inclinada a la violencia, conoció la compasión bajo su liderazgo.
De acuerdo a la Sunna del Profeta (s.a.s), la compasión no es un sentimiento superficial de lástima, sino una actitud considerada que expresa "respeto por la existencia" porque, según el Islam, toda criatura creada por Dios, grande o pequeña, tiene un valor innato y merece misericordia. Las personas que muestran clemencia a los seres sobre la faz de la tierra ganan la clemencia de Dios como recompensa.
Ciertamente, la muestra más hermosa de misericordia es el amor, el afecto, la gracia y la solidaridad entre los musulmanes. Sin embargo, la compasión no es solo el nombre del interés que se muestra hacia las personas, los creyentes, las personas buenas o los pobres. Es un requisito del buen carácter islámico ser compasivos con aquellos que tienen dificultades para defenderse por sí mismos, especialmente los niños, los ancianos, los enfermos y los animales, que han sido encomendados a los seres humanos.
La crueldad y la violencia, que son lo opuesto a la misericordia, están estrictamente prohibidas en el Islam. El que los seres humanos abusen de su fuerza mental y física para comportarse de una manera destructiva va en contra del hecho de que "la tierra fue creada para la prosperidad y la mejora". La violencia es inaceptable, independientemente de donde venga y a quien se dirija. Cualquier tipo de violencia física, emocional o económica es un crimen de lesa humanidad debido a que viola derechos intocables.
En este sentido, la Sunna del Mensajero de Dios (s.a.s), es decir, su estilo de vida, tiene una estructura que le dice "basta de la violencia" y que adopta la misericordia como principio. El Mensajero de Dios (s.a.s) rechazó todas las creencias y comportamientos violentos de la mentalidad de la época preislámica. Al comenzar por la familia, el componente más valioso de cualquier colectividad, luchó por borrar de todos las instituciones de la sociedad la violencia, que trae rencor, ira, celos, codicia, venganza, dolor y lágrimas. Protegió los derechos y la dignidad de las mujeres y las niñas al rechazar la violencia y la discriminación contra ellas. Es imposible que una actitud grosera, cruel, despiadada y sin compasión hacia las mujeres en la vida familiar y social tenga una base en las fuentes primarias del Islam.
Por otro lado, es sumamente importante que incluso en un entorno como la guerra, en el que la violencia está en su punto máximo, el Profeta (s.a.s) ordenara obedecer la ley y la moral, pidiera que se trate bien los prisioneros y prohibiera el asesinato de ancianos, mujeres, niños y monjes o clérigos. Como miembros de una religión que no acepta la violencia y la brutalidad incluso en los campos de batalla, los musulmanes son embajadores de la misericordia porque hay fe y amor hacia las personas en sus corazones, reconocimiento de los derechos de los demás y el entendimiento del Más Allá en sus conciencias, y el ejemplo del Corán y el Profeta (s.a.s) frente a ellos.
Es deber del creyente ayudar a los necesitados, proteger y salvar a aquellos que se encuentran en una situación difícil, así como presentar amor y confianza al entorno en el que vive. El creyente se acerca a Dios, el verdadero dueño de la misericordia, gracias a una decisión llena de compasión, una frase alimentada por ella o una mano que la da. En palabras de nuestro Profeta (s.a.s) “Dios no será misericordioso con aquellos que no sean misericordiosos con la humanidad".3


Muslim, Virtud y Mantener Buenas Relaciones con los Familiares, 87.

Bujari, La Unicidad de Dios, 22.
Bujari, La Unicidad de Dios, 2.

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