El Musulmán se Comporta Bien con su Familia

"Los mejores de vosotros sois aquellos que sois mejores hacia vuestras familias, y yo soy el mejor de vosotros hacia mi familia”.1
(Muhammad (s.a.s.))
Establecer una familia y criar generaciones saludables es un modelo de vida muy recomendado por la religión islámica. En el Corán, los lazos de amor y misericordia entre hombres y mujeres se presentan como una prueba de la existencia de Dios, y la familia como una gracia de Él. Además, se señala que el matrimonio no es solo para un grupo de élite y que es necesario ayudar al establecimiento de un nuevo hogar en situaciones donde normalmente las imposibilidades financieras no lo permitirían. Dios es el ser único que no tiene pares ni semejantes y que no necesita de nadie, pero todos lo necesitan. Por lo tanto, para el ser humano, el casarse y establecer una familia es una necesidad inherente.
La religión del Islam ordena asumir la responsabilidad de ser una familia tanto como ordena establecer una. Ser una familia requiere una unión de sentimientos e ideas, amistad, confianza, compasión, justicia, ayuda mutua en pro del bien y lucha conjunta contra el mal.
De acuerdo al Islam, dentro de la familia no hay campo para la violencia. Como en todos los asuntos, el Profeta de Dios (s.a.s) es el mejor ejemplo para nosotros en la vida familiar, ya que nunca le dijo una sola mala palabra a sus esposas, hijos o quienes le servían.2 En palabras de su esposa Aisha: "su mano nunca golpeó nada". Cualquier comportamiento agresivo de una persona contra su cónyuge, hijos, padres, hermanos o parientes cercanos es un crimen ante la ley y un pecado a los ojos de Dios.
Un musulmán sabe que es una gran bendición vivir en un hogar con su cónyuge, sus hijos y sus padres. Sin embargo, es consciente de que la familia es una prueba, como toda bendición. Debido a esto, es deber de todo musulmán, hombre o mujer, fortalecer los lazos familiares y proteger a su familia de todo tipo de maldad y peligro. Es imperativo para el musulmán, que sin discriminar entre los miembros de su familia, se comporte con justicia, proteja los derechos de todos y desarrolle un estilo de comunicación basado en el amor y el respeto.


Tirmidhi, Virtudes, 63.

Muslim, Virtudes, 79.

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