El Musulmán Tiene Sentido de la Responsabilidad
“¿Acaso cree el ser humano que no será responsable de sus actos?”1
(El Sagrado Corán)
Dios, exaltado sea, ha distinguido al ser humano sobre los otros seres vivos al otorgarle la razón y la voluntad. Al equiparlo con diversas capacidades, le otorgó la libertad de tomar e implementar sus decisiones. Quiso que usara su voluntad para lo justo, lo correcto y lo bueno, y que gozara de su libertad con sentido de la responsabilidad. Después de todo, la vida de este mundo es una prueba y el comportamiento irresponsable o las decisiones al azar van en contra del espíritu de esa prueba.
La responsabilidad le da rumbo a la vida de la persona y la salva de vivir una existencia sin sentido. Una persona responsable sabe que no hay solo riqueza y bendiciones en la vida, sino también deberes. Le da tanto valor a sus responsabilidades como a sus derechos. Es feliz y está tranquilo cuando cumple con sus responsabilidades.
De acuerdo con lo que dice claramente el Corán, las responsabilidades que Dios otorga a sus siervos, quienes tienen intelecto y voluntad, son solo las que pueden soportar. Dios, que conoce mejor a sus siervos y siempre quiere lo mejor para ellos, no los hizo responsables por los pecados que cometen por olvido o por error. Incluso, los perdonará si no hacer realidad los malos pensamientos que pasan por su corazón.
Vivir con sentido de responsabilidad hacia Dios es ser consciente de que venimos de Él, le pertenecemos y eventualmente volveremos a Él. Es recordar que Dios, Omnividente, Omnioyente y Omnisapiente, está siempre con nosotros. Es también dirigir nuestra vida y dar cada paso en ella de acuerdo a esa conciencia.
La principal responsabilidad del ser humano ante Dios es creer en Su existencia y Unicidad, no asociarle nada y cumplir con sus deberes como siervo. Pero nuestra relación con Dios se refleja en nuestra relación con las personas. Por lo tanto, los derechos de Dios sobre nosotros incluyen no solo la adoración, sino también los temas sociales relacionados con el beneficio de todos los individuos, ya que el ser humano tiene responsabilidades hacia sí mismo, su familia, sus parientes, la sociedad y la naturaleza.
El Islam ve los derechos y las responsabilidades como los dos platos de una balanza. Los derechos que las personas tienen unas sobre otras naturalmente conducen a responsabilidades mutuas. La persona que quiera hacer valer sus derechos está obligada a asumir sus responsabilidades. Cuando se establece ese equilibrio, es posible construir individuos pacíficos y una sociedad fuerte.
1 La Resurrección, 75:36.
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