La Ablución y el Baño Completo
“La llave del Paraíso es la oración,1
y la llave de la oración es la ablución”.
(. (Muhammad (s.a.s.))
De acuerdo al Islam, una persona que se para ante Dios para la adoración primero debe purificarse material y espiritualmente. El centro de esta purificación es la ablución y el baño completo.
La persona que se prepara para la adoración se purifica de la contaminación material y espiritual al tomar ablución en caso de suciedad, y baño completo caso de impureza ritual (yunub). Porque una persona sin ablución no puede orar.
Los principios obligatorios de la ablución o wudu son: lavarse la cara, los brazos junto con las manos y los pies, así como humedecerse la cabeza. La sunna de la ablución, es decir, las prácticas del Profeta que embellecen la ablución, son: comenzar la ablución en el nombre de Dios, enjuagar la boca y ambas fosas nasales con agua, humedecer la parte delantera, la parte trasera o la totalidad de la cabeza, lavar las orejas, lavar las extremidades de tres veces frotándolas y no dejar secos los entrededos.
El baño completo o ghusul es uno de los principios de la limpieza que brinda a las personas la oportunidad de dirigirse a su Señor en cualquier momento con un alma y cuerpo completamente purificados. Gracias a que el ghusul implica el lavado de todo el cuerpo, limpia tanto la suciedad física como la carga de errores y pecados.
Este baño se requiere en el caso de yunub o impureza ritual, es decir, en el caso de expulsar semen, tener relaciones sexuales, emisión nocturna en mujeres u hombres, o terminación de la menstruación o el sangrado posparto.
Para tomar el ghusul primero se define la intención de hacerlo y luego se dice "en el nombre de Dios". Después se enjuaga bien la boca y la nariz, y se toma la ablución usual. Finalmente, se lava todo el cuerpo de pies a cabeza sin dejar ninguna parte seca.
Está prohibido desperdiciar agua, precipitarse o actuar sin cuidado mientras se toma la ablución o el baño completo. El Profeta (s.a.s), en muchos hadices o narraciones, dio las buenas nuevas de que la persona que toma la ablución de la manera adecuada será liberada de sus pecados. Por lo tanto, la ablución es una gran bendición que permite al musulmán ser puro y casto, relajarse y recuperar la paz, aliviar la tensión y el estrés, y ganar una recompensa. De acuerdo a las circunstancias, algunas veces al tomar la ablución, otras al tomar el ghusul, el musulmán pasa a estar listo para rezar.
1 Tirmidhi, Limpieza, 1.
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