La Creencia en Dios
"Aquel que testifique que no hay más deidad que Dios y que Muhammad es el Mensajero de Dios, le está prohibido el Fuego (no entrará al Infierno)".1
(Muhammad (s.a.s.))
La creencia en Dios es el principio básico del Islam. Dios, exaltado sea, es quien creó el universo de la nada, aquel que creó y gobierna todo el mundo, desde los átomos hasta las galaxias. Es Él quien crea, da la vida, la quita y luego resucita a todos los seres, en particular al ser humano.
Dios es único, no hay más deidad que él. No ha engendrado ni ha sido engendrado. El es aquel al que todos necesitan y que no necesita a nadie. No tiene igual ni semejante. No se parece a ningún ser creado antes o después. Dios es el dueño del poder absoluto, la autoridad y el juicio. Él está vivo. Todos los seres vivos morirán algún día, pero Dios nunca lo hará, permanecerá eternamente. Su existencia no tiene principio ni fin.
Dios escucha todo, es omnividente y omnisapiente. No hay nada que permanezca oculto de Él, que sea difícil para Él o que suceda en el pasado o en el futuro sin Su conocimiento y disposición. Él tiene voluntad y poder infinitos. Es Él quien perdona, guía y da el favor. Es Él quien da el sustento, ayuda y protege a sus siervos. También es Él quien castiga a los que persisten en la idolatría, el politeísmo, la negación de la verdad y la blasfemia.
El Islam es la religión del "tawhid" o unicidad de Dios. Tawhid significa creer en Dios y no asocia nadie ni nada con Él. El creyente, ratifica sinceramente la existencia y la unicidad de Dios, que no tiene compañeros, socios, iguales o semejantes. Lo conoce con todos Sus nombres, atributos y características únicas y se aferra a Él. Expresa esa ratificación en su idioma y vive de acuerdo a ello ya que la responsabilidad del ser humano es creer en su Señor, quien lo creó, le dio vida y le otorga todo tipo de bendiciones.
El llamado conjunto de todos los profetas es a la creencia en Dios. Lo más beneficioso que puede hacer una persona es acatar este precepto principal de la invitación del Islam, lo que también es el derecho de nuestro Señor, exaltado sea, sobre sus siervos.
Creer en Dios, requiere amarlo más que a nadie ni nada, respetarlo como merece, confiar en Él en todas las circunstancias y pedirle ayuda solo a Él. Aquel que cree en Dios es consciente de que Él lo ve, lo escucha y sabe todos sus movimientos a cada momento, y que algún día le dará cuentas. Además, vive una vida acorde a su fe y pone la complacencia de Dios como premisa de todas sus intenciones y deseos. Encuentra la paz en su fe e infunde paz a su entorno.
1 Bujari, Conocimiento, 49.
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