La Limpieza

“La limpieza es la mitad de la fe”.1
(Muhammad (s.a.s.))
Una de las características más distintivas del Islam es la importancia que otorga a la limpieza material y espiritual. La limpieza material es mantener limpio el cuerpo, la ropa, las pertenencias, la vivienda, el medio ambiente y el mundo en general. La limpieza espiritual significa purificar el alma, mantener limpios el corazón y la mente, y evitar el mal y el pecado.
El Islam ordena no ensuciar el entorno con los desechos producidos por el cuerpo de los seres humanos. Por esta razón, los modales y la limpieza a la hora satisfacer las necesidades fisiológicas tienen un lugar especial en las enseñanzas del Profeta (s.a.s). Es sunna (acorde a las maneras del Profeta) cuando se usa el inodoro limpiarse con agua, proteger la privacidad, no dirigirse hacia la Qibla, no usar la mano derecha para limpiarse y lavarse las manos después. Además, está prohibido satisfacer la necesidades fisiológicas en las calles, debajo de los árboles, parasoles, parques y en las orillas de las fuentes de agua.
La higiene del cuerpo tiene una importancia especial en el Islam. El Mensajero de Dios (s.a.s) recomendó bañarse los viernes, es decir, al menos una vez a la semana, y ordenó andar con ropa limpia, arreglarse el cabello y la barba, y mantener las uñas limpias y cortas. Un musulmán nunca puede ser una persona descuidada, ni alguien que molesta a los demás debido a su mal olor ni una persona que ande trapajosa.
Es de destacar que la limpieza es un requisito para realizar ciertos tipos de adoración en el Islam. Un musulmán que quiere realizar la oración debe tomar el "wudu" o ablución. En caso de necesitarlo, toma el "ghusul" o baño completo. Es parte de este cuidado el que incluso cuando no se dispone de agua, se pueda realizar el "tayammum" o ablución con tierra limpia.
El musulmán cuida de su limpieza material, así como de su limpieza espiritual. Siente arrepentimiento de sus pecados y se purifica al pedir perdón. El musulmán que lamenta su error, pide perdón a Dios y se esfuerza en nunca volver a cometer ese pecado, es liberado y salvado del pecado cometido.
El corazón de la limpieza espiritual se encuentra en el buen carácter. El Islam señala que el camino a la purificación espiritual es usar las manos, la lengua, los ojos, los oídos y todo el cuerpo en el camino del bien y mantenerse alejado del mal.


Tirmidhi, Suplicación, 86.

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