La Oración y la Llamada a la Oración

Las cinco oraciones diarias realizadas por los musulmanes son fundamentales para la práctica del Islam. Después de realizar las abluciones, una preparación física en la que se lavan partes del cuerpo como la cara, los brazos y los pies, comienza la oración e incluye movimientos establecidos y recitaciones del Corán que están en el árabe original. Un ciclo de la oración se llama rakat, y se realizan varios rakats para cada uno de los tiempos de oración.

La oración involucra el cuerpo, la mente y el alma en un acto de recuerdo y entrega en medio de los asuntos cotidianos. Durante la oración, se dejan a un lado las preocupaciones diarias con una sensación de paz y propósito. En cuanto a la realización congregacional de la oración, los musulmanes hacen fila hombro con hombro lo que simboliza la igualdad de todos los creyentes.

El tiempo de las oraciones se calcula de acuerdo con el movimiento del sol: por ejemplo, el tiempo de la oración del mediodía comienza cuando el sol acaba de pasar su cenit en la ubicación del orador. Por lo tanto, cambia con las estaciones dependiendo de la ubicación de la Tierra. De esta forma, no hay ni un solo momento sin que se rece en la Tierra. Para recordar a la gente los tiempos de oración, se recita la llamada a la oración (adhan) en árabe transmitido desde un minarete. Esto lo realiza el muazzin que es elegido por sus habilidades de recitación y el buen carácter. El primer muazzin fue Bilal, un musulmán negro etíope, conocido por su hermosa voz.

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